«La pandemia más grande que ha azotado la tierra se llama orfandad».
El Padre creó todo con una intención y siguiendo un diseño. La vida plena del ser humano está conectada a ese diseño. Si ignoramos eso, viviremos sin propósito. Al primer Adán, una vez formado y puesto en el huerto, se le otorgó dominio, capacidades y habilidades extraordinarias para gobernar la tierra. El secreto estaba en su diseño y su esencia de hijo.
La clave de todo: la paternidad. Esta no se limita al sexo masculino. En el diseño de Dios, el hombre y la mujer se fusionan en una sola persona. Tanto así que la semilla es tan necesaria como el vientre.
En su obra Paternidad espiritual, el apóstol Rafael Mojica le enseñará:
- El diseño del Padre
- Cómo aprender a escuchar la voz del Padre
- La necesidad de la generación Timoteo
- Paternidad: de inútil a útil
Por tanto, el nivel de éxito que pueda alcanzar es determinado por el conocimiento que tenga del corazón del Padre y su intención con usted. La esencia del Padre siempre ha sido la paternidad. Nuestra responsabilidad es reproducir lo que el Padre nos ha entregado.