¿Cómo entender que una persona que dedica el 50% de sus ganancias a la caridad, pueda tener un negocio próspero que factura ganancias de 8 mil millones de dólares al año?
¿Cómo entender que una persona que dedica el 50% de sus ganancias a la caridad, pueda tener un negocio próspero que factura ganancias de 8 mil millones de dólares al año? Esta pregunta, seguramente, pone al lector predispuesto a leer la receta mágica de un gurú de las finanzas, experto en marketing y con múltiples carreras, licenciaturas y doctorados que, en su misericordia, le enseñará cómo hacerse rico en 12 pasos.
No es este el caso, salvo lo de los 12 pasos. David Green nació pobre, y en 1972 montó en Oklahoma un pequeño almacén con productos para hacer manualidades y artesanías. Y a través de las páginas de este libro, no hace más que enumerar una serie de “anti-estrategias”, convirtiendo a esta obra en un compendio de todas las cosas que ningún hombre de negocios que se considere inteligente haría. Y he aquí el primer secreto de su obra: Green no se considera un inteligente hombre de negocios y por eso buscó a su mejor socio: Dios. Socio al que convirtió en dueño, para librarse de la responsabilidad de tener que cargar a cuestas con una empresa que, hoy, tiene más de 100 sucursales en todo el territorio de los Estados Unidos y una astronómica facturación de 8 mil millones de dólares al año, y con un historial de relegar el 50% de sus ganancias a diferentes proyectos solidarios desde hace varias décadas a esta parte.
“Liderazgo No por el Libro” es una excepcional obra de una persona común y corriente que decidió, literalmente, entregar su negocio a Dios. A lo largo de 12 capítulos, David Green cuenta sus experiencias, sus idas y vueltas, las decisiones difíciles que ha tenido que tomar y el respaldo de Dios ante cada una de esas decisiones que se basaban en la obediencia al Señor. Pero, tal como dice el subtítulo de esta obra, se trata de “12 principios no convencionales para generar resultados increíbles”.
La Editorial Casa Creación nos acerca este libro imprescindible para todo aquel que desee iniciar el camino del empresariado. Una obra que no da respiro ya que algunos de los testimonios son tan desopilantes que cuesta creer si no tuviésemos la convicción de que Dios es el dueño de todo. Green dejó de pensar en su empresa como propia, nunca cesó de destinar parte de sus ganancias a la caridad o a financiar obras solidarias y dio de baja productos que no honraban a Dios aunque por eso dejara de facturar millones de dólares.