es abogada, escritora y conferencista. En su práctica, Elizabeth ha observado que sin una sólida base espiritual, el éxito puede descarrilar incluso a los mejores clientes. Con el deseo de ofrecer algo más que buen asesoramiento legal, Elizabeth ahora incorpora su arraigada fe para dar buenos principios espirituales que inspiren e impulsen a la gente a alcanzar su destino.